como veintidós maneras de romperme el corazón.
Como tu escote, como el tonto de pichote,
como discutir sabiendo que no tengo la razón.
Como el insólito y valiente trapecista que se cuelga de una goma,
voy a fumar hasta que mi pulmón decida dedicarse a otra cosa,
hoy he encontrado cuatrocientos mil motivos para ser buena persona,
y si te vuelvo a ver pintar un corazón de tiza, te beso en la boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario